Cómo seguir a Jesús   

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Tú puedes aprender sobre Jesús y forjar una relación personal con Él, en otras palabras, puedes seguirlo. Si quieres profundizar tu entendimiento y buscar una comunión con Cristo y otros seguidores, podrás decidir cuánto quieres que Él moldee tu vida en maneras nuevas y satisfactorias. Podrás tener la experiencia (y vivir como parte de la familia de Dios) de caminar física y espiritualmente la vida de Cristo en tu propia vida y compartir en comunidad con los demás.

PARTE 1 - Cambiar tu vida a la imagen de Cristo

1) Practica la amabilidad, franqueza y humildad.
Cristo y sus seguidores eran hombres comunes y corrientes, se asociaban con los de la clase trabajadora, ayudaban a los marginados como los leprosos y llevaban esperanza a otros miembros de la sociedad condenados a la soledad. Vivían viajando, casi siempre sin ningún techo sobre sus cabezas y pasaban gran parte de su tiempo aprendiendo, contemplando en silencio y preparándose para llevar las buenas nuevas a todo el mundo. Si bien no tendrás necesariamente que lanzarte a la autopista y vivir como un ministro ni ser un discípulo, estudiante o misionero a tiempo completo para seguir a Jesús, es importante que tengas en cuenta que tampoco tienes que ser necesariamente una persona adinerada, con un buen estatus social, con grandes dotes de orador ni haber alcanzado otros logros. Dios usa lo más básico: la verdad, palabras y mensajeros sencillos. Entre menos ensimismado estés del mundo material, menos te distraerás del mensaje de Jesús: el camino, la verdad y la vida. Cuando Jesús dice “Yo soy el camino”, se refiere al cielo. Tendrás que clamarle para que te perdone y puedas ir al cielo.
> Toma pasos pequeños para simplificar las cosas. No tienes necesariamente que adoptar la vida de una misión ni unirte a un ministerio, solo tendrás que conseguirte una Biblia y escudriñarla para estudiar a Cristo, los Hechos de los apóstoles y las cartas de Pablo (casi todo el Nuevo Testamento). En vez de entretenerte o mirar televisión en la noche, lee un pasaje en particular con el que te sientas identificado, ora sobre ese pasaje, piensa más y haz más por Cristo y sus seguidores.
> Un área en común en la que muchos cristianos (dentro de tradiciones religiosas) deben tener cuidado es el sentirse moralmente superiores y la vanidad. Los seguidores de Jesús no deben enorgullecerse de su humildad ni hacer alarde de su vida “espiritual”. Tú, como seguidor de Cristo, simplifica y centra tu vida, no para que te “creas mejor” que los demás, más bien, podrás elegir la manera de seguirlo porque te “acerca” más a Dios y a otros creyentes agradecidos como la “familia de Dios” y amigos; tú eres uno de los hermanos y hermanas de Jesucristo, coherederos con Él.

2) Habla más sobre Jesús.

Él, pese a que casi siempre se comunicaba con historias enigmáticas (parábolas) al público en general, con sus seguidores era directo y completamente franco, no tenía nada qué esconder, confiaba plenamente en sus palabras y estaba lleno del Espíritu Santo en un grado superlativo. Con tus amigos, colegas, familiares y seres queridos, sé directo y franco. Como consecuencia, verás que tu vida será menos complicada.
> Hablar con segundas intenciones y tratar de manipular a los demás es un comportamiento muy común en el trabajo, en casa y en muchas relaciones interpersonales. Aunque vayas a estar en desacuerdo cortésmente, expresa tu opinión con amor. La mayoría respeta la honestidad y la decencia.

3) Ama a tu prójimo como a ti mismo.

Por eso, no seas severo ni juzgues a los demás innecesariamente, porque existe solo un único Juez. Como el “amor jamás se extingue” y “¡Dios es amor!”, busca la amabilidad en las personas, sé su amigo, espera lo mejor y cultiva relaciones positivas con ellas. No tengas un concepto más elevado de ti mismo por encima de otros. Lleva tu carga y ayuda a otros a llevar la suya, di la verdad, escucha la verdad procurando estar contento, ser paciente y amable. Dedícate activamente a hacerte de tiempo para aquellas personas que sean diferentes a ti y quienes quizá tengan otras creencias, así tendrás experiencias diferentes. Escúchalas con un corazón abierto como diciendo lo siguiente: “Te entiendo, pero ¿alguna vez has considerado que___?”.

4) Aprende un oficio o profesión.

Antes de que Jesús se fuera a predicar el evangelio, pasó muchos años dedicándose a la carpintería, el oficio de José, esposo de María. Dedicarse a un oficio o habilidad podría ayudarte a adoptar una actitud humilde y vivir de una manera más sencilla. Sé bueno en lo que hagas y dedica parte de tu vida a brindar servicios a tus compañeros, sean cristianos o no. Sé una persona útil y confiable.

5) Identifica y apoya a los desfavorecidos de la sociedad.
¿Quién no tiene voz en tu mundo? ¿Quién necesita experimentar canales reales y abiertos de comunicación y comunión con otros en circunstancias menos privilegiadas? Jesús buscó a los marginados y se asoció con los parias para compartir su mensaje y ayudarlos de maneras tangibles, no solo con palabras sino con acciones.
> Para expandir tu mente y tu capacidad de empatía, pasa tu tiempo con aquellos menos afortunados que tú. Quizá consideres la posibilidad de ofrecerte como voluntario en los comedores de beneficencia, refugios o donar tu tiempo a otras organizaciones que ayudan a los necesitados. Pasa tiempo, sé amigable y aprende de ellos. No seas un turista durante sus tiempos difíciles y su sufrimiento, ayúdalos.
> Caridad: no tendrás que ser un gran donante, es más, tu regalo no tiene que ser dinero necesariamente.
> Ayuda a los demás a desplazarse, regala un pasaje de autobús, ofrécete a llevar a alguien en tu auto, acompaña a una persona mayor o vecino enfermo al médico o ayuda a un desempleado a encontrar alimentos a un precio bajo o gratis.
> Visita a las viudas y a los huérfanos en su necesidad. Sorprende a tu abuela con una llamada o visita, pero dale indicios de que lo harás.
> Prepárale la cena a un amigo que esté pasando por un mal momento, pídele a alguien que se lo envíe de manera anónima y nunca lo menciones.
> Redacta cartas de apoyo a niños o soldados en el extranjero y demuestra tu cariño con regalos pequeños.

6) Busca una iglesia que vaya acorde con tus deseos de creencia, participación y caridad.
Colabora con las organizaciones benéficas de las iglesias. Algunas hacen mucho énfasis en las donaciones, trabajo de misiones y otras operaciones a nivel comunitario.

7) Carga tu propia cruz.
No tendrás necesariamente que ser mártir de una gran causa para seguir a Jesús, pero tendrás que combatir tus luchas por tu cuenta, aunque nunca estarás solo. Renuncia a cualquier llamado que sobrepase tus capacidades. Cuando sea el caso, defiende los beneficios de los demás en la “buena batalla”, la batalla espiritual. Sé un defensor de los estándares de tu comunidad.
> Los creyentes cristianos experimentarán la duda, absolutamente todos. Incluso Cristo resistió 40 días de tentación en el desierto, cubierto por la duda humana. Él era 100% hombre y fue tentando como nosotros, pero nunca falló. Incluso Cristo gritó a viva voz en la cruz: “Padre, ¿por qué me has abandonado?”, “¡Todo se ha cumplido. En tus manos encomiendo mi espíritu!”. El conflicto había terminado, le subsiguieron las victorias sobre el pecado, la muerte y la tumba. Te enfrentarás con la debilidad, la tentación y la duda con paciencia, pero al final saldrás como oro refinado de la prueba de tu fe, cubierto por la gracia de Dios.
> Enfrenta las dificultades y luchas con persistencia y enfoque: esto definirá tu vida como persona y como seguidor de Cristo.

8) Busca sabiduría y brinda a otros los dones que Dios te dio.
Dale equilibrio a las vidas de aquellos cristianos serios. Defender una devoción ciega a la tradición o al dogma mientras solo calientas la silla de la iglesia no te hará un cristiano verdadero. Reflexiona para respaldar tus creencias, sopésalas constantemente agradeciéndole siempre a Dios. Lucha y defiende las enseñanzas de Jesús y conviértelas en parte integral de tu vida diaria.


PARTE 1 - Cambiar tu vida a la imagen de Cristo


PARTE 2 - Unirte a una iglesia


PARTE 3 - Estudiar las enseñanzas de Jesús


PARTE 4 - Predicar





Fuente: es.wikihow.com/seguir-a-Jesús

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